jueves, 24 de diciembre de 2009

Navidad en las organizaciones


Por mucho que el mundo de los negocios nunca cese en su actividad y haya que estar siempre alerta, si hay un periodo del año en el que es más fácil ‘desconectar’ o por lo menos trabajar a otro ritmo este es la Navidad . No se trata de hacer apología de estas fiestas, sino del hecho de que en ningún otro momento del año se realizan tantas actividades que involucren a todos los trabajadores de la empresa. La compra de lotería (ocho de cada diez compran el número de la empresa), el regalo o canasta de la empresa y la cena/comida-actividad que organiza la compañía.



Se trata, por lo tanto, de las fechas idóneas para recuperar el buen ambiente en la empresa, conseguir  involucrar a los trabajadores en el proyecto empresarial o hacer que pierdan el miedo al jefe. Al margen de la compra del número de lotería, una tradición a la que puede aportar el empresario, el desarrollo y preparación otros dos ‘actos centrales’ ofrecen infinidad de variantes. En primer lugar, el regalo de empresa (generalmente una canasta con diferentes productos tradicionales) es un detalle que la empresa tiene con sus empleados y que más que una opción se ha convertido ya en una obligación. En la actualidad se ha convertido en la mejor fórmula (al margen del sueldo) que el pequeño y mediano empresario tiene para agradecer a sus trabajadores el esfuerzo realizado, por lo que en muchos casos se valora como medida de generosidad o tacañería.



Las opciones son variadas, desde la clásica cesta de Navidad hasta un detalle e incluso cheques regalo para que sean los propios beneficiarios quienes elijan su regalo (una fórmula muy de moda y muy apreciada por los trabajadores). Al igual que con cualquier presente, acertar suele ser complicado, sobre todo después de conocer un estudio llevado a cabo por Sodexho Pass que apunta el descontento del 93% de los empleados por lo recibido. La queja más repetida (55,3%) es el recurrir al mismo presente año tras año y aunque las críticas pueden ser generalizadas, sólo un 22,2% puntuaría con un rotundo cero a sus superiores. Es por esto que un cheque regalo puede convertirse en la opción idónea, siempre y cuando se acierte también en el importe del mismo.


La otra gran cita navideña suele ser la cena de empresa y la actividad opcional que en muchos casos lo acompaña como por ejemplo el intercambio de regalos a tra´ves del juego del amigo invisible.
Se convierten estos actos en una muy buena oportunidad para fomentar el sentimiento de grupo.
Conviene tomar precauciones a la hora de preparar estos eventos con delicadeza y no crear conflictos, por ejemplo, en la elección de fechas, horarios y la conveniencia de hacer extensiva la invitacón tambien al conyugue.

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